El edificio tiene una distribución compleja, con dos accesos principales, uno al norte, con pórtico, y otro a la fachada sur, con escalera. La torre y la disposición de los diferentes cuerpos del palacio conforman un edificio esbelto y elegante, al que los amplios vanos de la fachada sur confieren una luminosidad y estética característica. En el interior, destacan la escalera principal y sus dependencias, salones, oficinas, etc., entre las que se encuentra una habitación estilo Adam. La colección de muebles, fotografías y pinturas, de la época en que el Palacio fue residencia real, conforman una hermosa y destacada decoración que evoca las primeras décadas del siglo XX. Entre las obras pictóricas, se encuentran pinturas de maestros de la época, como Sorolla, Sotomayor, etc.
Palacio de principios de siglo, de estructura complicada y rodeado de amplios jardines y zonas boscosas. Se extrae de diversas influencias arquitectónicas, principalmente inglesas y francesas, así como de influencias neomontañas y modernistas.